Te soñé


Rebecca llamó a Rodrigo esa misma mañana, lo hizo sin pensarlo, como todavía influenciada por la inercia del sueño que había tenido esa noche. Fue un embriago, una alucinación casi, pero lo hizo. Tentada por el recuerdo del último encuentro con Rodrigo donde sintió que casi pasaba algo. 

Rodrigo contestó la llamada:

- ¡Hola Rebecca! ¡Qué sorpresa escucharte! ¿Cómo estás?

A Rodrigo le sorprendió la llamada, pero también le emocionó. Rebecca era una chica linda, él sabía que tenía alguna oportunidad con ella, pero nunca había tenido el coraje de acercarse lo suficiente, sobre todo porque Rebecca había estado comprometida por 2 años. Siempre guardó una distancia prudente, no quería incomodarla ni a ella ni a su, en ese entonces, prometido. 

- Estoy muy bien - contestó Rebecca - hoy me levanté temprano y estoy haciendo aseo en la casa, debo mudarme pasado mañana porque me voy de la ciudad ¿recuerdas que te conté?

- ¡Claro!, recuerdo que me contaste pero no recordaba exactamente cuando. 

Rodrigo se apenó un poco de no recordar ese detalle y mentir. La última vez que se vieron mientras charlaban él estuvo a punto de invitarla a salir, pero cuando ella le contó que estaba a punto de irse, él perdió esperanza conseguir algún encuentro después y su atención se dispersó. 

- Perdona si te interrumpo de algo, necesitaba contarte algo. - Le dijo Rebecca esbozando un pequeño hilo de timidez.

- Por favor! ningún problema, me puedes contar. - Rodrigo contestó, completamente intrigado por saber que le diría. 

Rebecca guardó silencio un momento pequeño pero suficiente para que Rodrigo notara que había ruido proveniente de alguna ventana, tanta atención estaba poniendo a esa llamada que le parecía escuchar hasta la respiración de Rebecca.

- te quería contar.... nada, una tontería... Te soñé. ¡Nada malo! estabas cantando en un malecón, al lado de una gran playa, parecía un carnaval, y tu estabas ahí simplemente cantando con gente a tu alrededor coreando, mientras yo me paseaba por ahí.

- ¿Ibas sola? - Le preguntó Rodrigo precipitado, demostrando que le habían venido cosas a la cabeza. Lo dijo quedando callado y apenado, él sabía que había hablado de más. Ahora Rebecca escuchaba su respiración. 

- Ahora que lo preguntas, iba sola, bueno, iba con Zeus, mi perro - 

Contestó Rebecca con naturalidad y soltó una risita. Rodrigo se sintió salvado con esa respuesta y esa risa. Rebecca siguió:

- Es muy raro que me suceda, ¿sabes? recordar un sueño, por eso sentí la necesidad de hablarte, uno piensa que algo le puede haber pasado a esa persona, o que hay algún mensaje oculto en ese sueño, algo que uno tendría que averiguar. Pensarás que estoy un poco loca...  

Rebecca se contuvo un poco, ahora es ella quien sintió que estaba hablando de más. Tomó un poco de aire y prosiguió.

-  Además, me dio tanta curiosidad, tiene mucho tiempo desde la última vez que charlamos con calma. Creo que nunca te pregunté ¿Cantas?

Rodrigo casi se echa a reír, pero logró mantener la compostura para contestar, cada vez se sorprendía más de la conversación y su interés crecía. Contestó: 

- Cantaba, hace mucho en un grupo de música tradicional. Cantaba temas muy populares y también algunos no muy conocidos. Pero lo dejé cuando me mudé a esta ciudad. Desde entonces solo estoy con mi trabajo. Eso sí, cada que me ducho es un concierto personal, donde canto todo lo que en el día no pude cantar. 

Rebecca dejó escapar unas cuantas risas que llegaron al oído de Rodrigo generando satisfacción. Rebecca continuó. 

- Bueno, nada, creo que me mandé en llamarte tan temprano solo para preguntar. Gracias por contestar la llamada. Creo que debo despedirme. Hasta p...

Rodrigo interrumpe casi sin tomar aire:

-¡no, espera! yo no te conté, pero también te soñé. También ibas paseando, pero ibas sola, por eso te pregunté. Ibas por un malecón, me pasaste por el lado rápidamente apenas saludando, ibas en patines. ¿Sabes patinar?

Lo dijo tan rápido que no dio tiempo a Rebecca de pensar en algo más que en responder de igual manera.

- Si, desde niña, pero ya tengo mucho tiempo que no lo hago, mis patines están empolvados en lo más profundo de mi ropero, casi los había olvidado.

Rodrigo se sonrió, le dio ternura y curiosidad la coincidencia. 

 - Ah, que curioso, nos cruzamos en sueños entonces. - suspiró Rebecca 

- Si, por poco nos topamos, pero que bueno que nos sirva de pretexto para encontrarnos ahora. ¿Te gustaría ir a tomar un café. Ahí te cuento más de mi sueño y tu del tuyo, lo que nos acordemos. - Soltó Rodrigo su propuesta, sabía que tenía que hacerlo, entonces quedó expectante.  

- OK, hagamos eso. - Le contestó Rebecca mientras Rodrigo dejó escapar un notorio suspiro. 

- ¡Genial! ¿entonces combinamos para mañana? ¿tendrás tiempo aún con la mudanza? - Rodrigo estaba emocionado, se dio cuenta y trato de disimular.

- Si, tengo un tiempo a la tarde. ¿Puedes? 

- Si puedo -  contestó Rodrigo, Rebecca sonrió del otro lado del teléfono, eso no lo notó Rodrigo, pero él también sonrió.

- Vamos hablando para ver los detalles. Entonces... ¡Hasta mañana! - Dijo Rebecca.

- ¡Seguro!¡Hasta mañana! - Contestó Rodrigo.

Quedaron en silencio, escuchando solo eso, imaginando el respirar del otro. Y colgaron. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

El Crucero Pirata

El dilema de amig@, ¿dejar atrás la Friendzone?

Pan de casa, como no decir nada pero decir algo