Mi amigo el pingüino



El amigo pingüino fue un buen amigo, y  digo fue no porque ya no exista en el mundo, sino porque simplemente ya no somos amigos, al menos que yo sepa... jaja

Lo importante que era buen amigo. El pingüino es el nombre que le pusimos esa noche, porque la verdad si parecía pingüino: gordito, achaparradito, con nariz puntiaguda aguileña. Tenía una estrategia muy curiosa para hacerse de amigos cuando ya andaba jarra, la cual en un primer momento me hizo hasta dudar, pero claramente dejé de creer cuando lo reconocí en verdad, porque el solía visitar un establecimiento de "maquinitas" (entiendase como maquinas de juegos de video grandes) que yo también frecuentaba en mis tiempos de niñez. En ese entonces era un videojugador más, tranquilo y buena onda. Iba con sus hermanos que eran muy parecidos a él. Era como una comitiva de pingüinitos de ojos rasgados que andaba vagando por ahí.

Su estrategia, por lo menos en esa fiesta que coincidimos, era de quedarsele viendo a algún personaje en particular y hacer la gran expresión de que reconocía a un viejo amigo, lo hacía con tanta certeza que era difícil no creerle. Esa vez fui yo el personaje elegido y me decía:

-¿¡Qué onda weee!? ¿cómo has estado? - , me dijo el pingüino.

-¿¡Qué pasó!? bien, bien, todo bien, aquí dando la vuelta por estos lugares tu crees.

-¡Que tal! ... pero si eres tuuuuuu! - , decía pingüino.

-¡Ahhh! siiii... - , le contestaba yo.

-Cuanto tiempo sin vernos - , replicaba.

-¡Ahhh! siiii... - , yo le contestaba.

-Pero si eres el ... el ...

-¿El vagabundo?- , completaba su oración.

-¡Simón! , el buen vagabundo- , exclamaba con admiración.

-Y tu eres.. mmm.. ¿el pingüino?-, lo cual no le causó mucha gracia.

-... No... pero si te acuerdas de mi ¿no?-

-¡Ahhh! siiii... - , yo le contesté.

Me faltó puntualizar que su estrategia se llevó muy bien con una patología que presento cuando alguien que no reconozco me saluda de manera familiar. Siempre he sido muy despistado, aún en mis tiempos de no vagabundo, y siempre que alguna persona me saludaba de manera amigable, yo acostumbro seguirle el juego, soy amigable también, a ver si logro reconocerlo en el transcurso de la conversación. Muy mal porque ha habido ocasiones en las que el "desconocido" se retira muy contento del reencuentro y yo me quedo con la duda de quien habrá sido, sin oportunidad de poderle preguntar, ¿Quién habrá sido? ... quién sabe.

Pero bueno, el chiste que el pingüino intentó hacerme platica para ver, según él, de donde me conocía, después me fijé que a la primera duda de la persona con quien platicaba, el aprovechaba para decir: "si, de ahí ha de ser, de la primaria ¿verdad?", y ya, caían sin remedio. Sin embargo una vez que le dije que si me acordaba de él pero no de la escuela, que estaba loco, como que se dio cuenta que conmigo no funcionaría, así que se dedicó a buscar a una víctima más. Esto parece funcionar muy bien en la etapa tardía de una fiesta, donde el alcohol ya ha hecho algunas de sus bondades y las personas son mas accesibles.

El pingüino se las curaba con anécdotas inventadas  por el mismo que en ese momento se le ocurrían de acuerdo al aspecto del personaje en turno. Y pensé para mis adentros: "tengo que aplicarla así alguna vez.. jajaa".

Interesante idea del pingüino, hacerte pasar por un amigo de hace tiempo, funciona para pasar un buen rato, me pregunto si lo habrá inventado o se lo habrán aplicado también. Quien sabe que habrá sido de él, me imagino sigue haciendo mofa en fiestas reconociendo nuevos viejos conocidos. Yo no me lo he encontrado, ni en maquinitas ni en fiestas, pero seguimos a donde apunte el zapato e improvise la ocasión...

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Crucero Pirata

El dilema de amig@, ¿dejar atrás la Friendzone?

Pan de casa, como no decir nada pero decir algo